La evolución constante del PIB es otro factor a tener en cuenta. Es posible que se traduzca en un aumento de la renta disponible que pueda dedicarse a la compra de vivienda que puede provocar otra variable que incida en el aumento de la demanda.
El descenso de la tasa de desempleo despues del pico máximo alcanzado despues de la crisis inmobiliaria se ha mantenido constante lo que puede incidir en un mayor número de hogares en condiciones de acceso a crédito hipotecario.
Por último, la constante subida de los precios de alquiler, situandose normalmente por encima de la cuota mensual de una hipoteca unida la rentabilidad que puede obtener un inversor, hace que no sea muy aventurado pensar que provocar un trasvase de la renta dedicada al alquiler hacia el pago de una hipoteca.
Es otro de los motivos que incidan en el aumento de la demanda y como consecuencia la subida del precio de la vivienda.