El ahorro inmobiliario acumulado por la mayoría de los hogares en España supera el 400% del Producto Interior Bruto (PIB), mientras el ahorro provisional propiamente dicho apenas alcanza el 30% del PIB, lo que convierte a este primero en una fuente “crucial” para generar ingresos complementarios en la jubilación.
Esta es una de las principales conclusiones del informe ’70 Preguntas y Respuestas sobre la Monetización Previsional de la Vivienda’ del Instituto Santalucía.
La monetización de la vivienda implica convertir el valor de una vivienda en flujos de renta adicionales que puedan complementar las pensiones públicas. Este proceso puede llevarse a cabo mediante diversas estrategias, como la venta parcial o total de la vivienda, el uso de la vivienda como garantía de un préstamo, o su alquiler.
Cuando la monetización está motivada expresamente con el propósito de obtener rentas complementarias de jubilación, se habla de “monetización previsional”, pero esta vía de solución complementaria a las pensiones “no está exenta de riesgos”, avisan desde el Instituto Santalucía.
Así, advierten del riesgo del ‘crossover’, que se produce cuando la deuda acumulada por un contrato de hipoteca inversa, incrementada por los intereses compuestos a lo largo del tiempo, supera el valor de la vivienda en el momento de su amortización.
“Este escenario puede ser problemático para los herederos del propietario, quienes podrían enfrentar dificultades para liquidar la deuda sin vender la vivienda”, se señala en el informe.
No obstante, el Instituto Santalucía ha afirmado que la diferencia entre el ahorro inmobiliario y el provisional “convierte al ahorro inmobiliario en una fuente ineludible para generar rentas complementarias de jubilación”.
“En un contexto donde las pensiones públicas son insuficientes para muchos jubilados, la monetización previsional de la vivienda emerge como una solución viable y necesaria”, ha concluido el director del Instituto Santalucía, José Manuel Jiménez Rodríguez.
Fuente: Idealista